sábado, 15 de junio de 2013

IMPRESIONES DE UNA VISITA A HONDURAS Y COLOMBIA

Por Fernando Finvarb

Honduras  es un país donde el entramado social está totalmente roto, se nota la anarquía y la diferencia social hace que la inseguridad se respire.
Está el pueblo sumergido, que vive en condiciones infrahumanas, los funcionarios de grandes empresas y organismos internacionales, que viven en condominios cerrados, y los dirigentes y empresarios que lo hacen en mansiones.
Las noticias que se propalan por radio se refieren permanentemente a asaltos, asesinatos, etc. que demuestran la situación y la resurrección de la palabra occiso como repiqueteo.
Salir de los condominios, significa hacerlo en auto, nunca a caminar porque te auguran un no regreso, salvo en el centro de la ciudad, similar a la aglomeración de almas de un centro cualquiera de las localidades de nuestro suburbano profundo, algún barrio turístico, la zona de playas o los centros comerciales.
Los problemas políticos y la posición de los medios es la misma que en la mayoría de los paises de la región. Hay campañas oficiales para enseñarle a los jóvenes a cuidarse en las relaciones sexuales, a que estudien y trabajen; a los hombres a comportarse y respetar a las mujeres; a las mujeres a que sean fieles; y a los políticos a que no sean corruptos, con la consabida reacción de los opositores que acusan de corruptos a los oficialistas.
Ante este panorama tienen elecciones presidenciales en el próximo noviembre, con variadas ofertas. Militares golpistas como Romeo Vazquez, Manuel Villeda, Salvador Nasralla y el oficialista Juan Orlando Hernández, al que identifican como "Orlando" y al que los opositores reemplazan como "Robando" y la ex esposa del ex presidente Manuel "Mel" Zelaya, Xiomara Castro. (Nada que ver con el gobernador de Córdoba Juan M. de la Sota y Olga Riutort)
En definitiva un aquelarre, un país para hacerlo desde cero. Cosa difícil porque lo peor ya está instalado e instaurado.


Colombia es otro panorama. Con mala prensa internacional por las referencias al narcotráfico, donde se nota un desarrollo inmobiliario sin preguntarse de donde provienen los fondos.
Donde el pueblo está dividido en apoyar las políticas duras del ex presidente Alvaro Uribe o la política dialoguista del actual presidente Juan Manuel Santos con las FARC, y una tercera porción que piensa que se deben liberar los controles para que los narcos se maten entre ellos, sin ponderar los inocentes que pueden caer en el camino.  Pero, diciendo caminar, uno puede caminar tranquilo, al menos por Cartagena, Medellín y Bogotá.  En todas las provincias o territorios se puede notar la diferencia de clases que se aumenta potencialmente.
Bogotá tiene una similitud con Buenos Aires.  Es gobernada por alguien del signo opuesto a la Presidencia. No es de derecha como Macri, sino de izquierda, con origen en la guerrilla del M 19, Gustavo Preto, que se manifiesta "Bolivariano" tiene fluidos contactos públicos con el ex presidente de Brasil, Lula da Silva y mantiene en vilo a la población entera con proyectos polémicos como instaurar zonas rojas para hacer del ejercicio de la prostitución algo más controlado, sobre todo en el aspecto de la salud, etc., pero que en general es avalado en su gestión por los habitantes de esa ciudad capital y donde auguran, tendrá un triunfo cierto si se presenta a la reelección, aunque algunos lo ven con aspiraciones presidenciales.
Para dar fin a estas impresiones: gracias Argentina por lo que nos dás, por lo que nos permitís,  día a día.



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